Promesa Idiota.

Este año estaba lleno de planes. Tantas cosas por decir, por hacer… Tantos momentos por vivir a tu lado. Y a día de hoy tu encanto aún no se ha rebajado a mi sonrisa de idiota. No te pido más. No, no pretendo que me regales nada. Al fin y al cabo todo lo que un dia soñé, habita en mi gracias a ti. Soy quien soy por ti. Y cuando sonrio de forma real, también es por ti. Siempre detrás de todo loo que siento o hago te encuentras tú. Tú y tu sonrisa, claro. Sin embargo quiero que me devuelvas lo que me debes. Tu felicidad. Es lo único que puedo exigirte a dia de hoy, que seas feliz y que me dejes compartir esa felicidad contigo. Aunque sea una noche. ¿Esta te parece bien?. Un partido. Uno de los miles que te quedan por pasar en esta vida. Uno. UNO. Solo uno. Y después olvídame si quieres. Prometo no echártelo en cara, ni ir a buscarte. Prometo seguir aquí, en silencio. Porque no hace falta nada a cambio. No hace falta verte a mi lado para sentirte cerca. Aunque no te lo creas estas aquí todo el tiempo. En cada instante. Siempre tú, siempre. Dispuesto a hacerme feliz cada segundo de tu vida. Pero no vale, es trampa. Yo no quiero que me hagas feliz. Quiero que por una vez en la vida dediques el tiempo que empleas en hacerme feliz cada dia, para serlo tú. Para sonreír. Para mirarte y decir “es feliz, de verdad”, y serlo yo automáticamente. Ayer me di cuenta de algo. Que aunque respiremos el aire de la misma ciudad, no nos sabe igual. Eso es algo que me debes, también. Enséñame a respirar como tu lo haces, porque es impresionante te lo juro. Pero sobretodo, se feliz. De nuevo, como hace tantísimo tiempo que no lo eres. Porque no me engañas Raul, a mi no. Aun te quedan un puñado de cosas a las que aferrarte para sonreír, y lo sabes. Prométemelo por favor. Si no, mañana mismo abandono. Dime que no vas a ser feliz nunca más y me rindo, te lo juro.