Que me quedes tú.

Querer no siempre es poder ¿sabes? por mucho que digan filósofos que se consuelan con sus propias frases que no se creen ni ellos, pero en las que mantienen la fe como si llevaran una venda en los ojos, como si asi fueran un poco más felices... como el que cree en una fuerza superior que todo lo soluciona, que hace saber llevar los problemas. Pero yo no puedo. No soy así. Solo creo en ti y en ella, en vosotros. Es que... la gente va dejándote poco a poco ¿sabes?... y los que más te importan lo hacen lentamente, como si quisieran que sufras más. Te das cuenta, entonces, de lo que valen los pequeños detalles, que una mueca tuya, o un mal gesto puede ser la tristeza de toda una semana, hasta que no veo un cambio... que una simple sonrisa puede llevarme al paraíso por el simple hecho de saber que tú, el que nunca me faya, esta sencillamente "bien". Veo lo poco que importa el individuo en este colectivo... que un día estás arriba y otro por los suelos, que la vida es esto: nadie se va a preocupar por ti más allá de tu familia y de personas muy conretas... porque a la larga, todo sale, y a la larga todos se van de tus sonrisas, de tus abrazos, de tus buenos momentos... Yo solo espero que tú no seas de esos, que nunca me falles, y que se lo haces, pueda perdonarlo... que me regales una sonrisa cuando menos lo merezca, es decir, casi siempre... porque no, no la merezco, no lucho, no puedo y quien no pelea lo que quiere, no merece más que quedarse con su vida aparente, son sus sonrisas fingidas, y sus "todo va bien", sus trabajos estables, sus cordiales y falsas relaciones con todo el mundo... Ese mundo hipócrita en el que gente como tú, tan increíble, a veces pasa de largo a los ojos de esta sociedad. En ese mundo la gente como yo, tan derrotada, parece entera una mueca a la que hay que "apoyar" falsamente. Pero que nunca es respaldada por la gente a la que ha dado más. Yo no te prometo luchar cada dia o no sentirme mal varias veces a la semana, o no pensar que esto no sirve para nada... Pero si te puedo prometer que pese a todo, soy de las que sigue al pie del cañón, aunque aquí una servidora se hunda... a la larga vuelve a salir a flote.