domingo, 6 de febrero de 2011
Todo tiene su fin.
Nunca será suficiente. No sé cuándo acabará, la verdad es que me encantaría que no acabase. No sé cuándo llegará el momento en que nos gritemos tanto que tanto tú como yo nos cansemos de taparnos los oídos. No sé si cuando eso ocurra será por querernos demasiado o tal vez por no saber escucharnos. Pero sea lo que sea, o el dia en que eso ocurra, no me importa ¿sabes?. Porque tal vez mi madre tenga razón y puede que nunca haya llorado tanto como lo he hecho por el simple motivo de quererte, ni que me haya sentido tan rara cuando tu sonrisa se pierde entre los pasos de ese puñado de gente que va y viene sin mirar la enorme suerte que tienen de poder cruzarse contigo. Pero tampoco habia reido tanto, ni habia dado las gracias al numero 19 por el simple hecho de existir, ni habia hecho tantas locuras, ni habia corrido tanto tiempo por llegar a tu ventana de tu coche antes de que decidieses arrancar, ni me habia fijado antes en los dias lluviosos, ni había perdido tantos Metros por estar un par de minutos más contigo, o simplemente por esperar a que salieras aunque luego no sirviese de nada porque estabas demasiado cansado para detenerte, ni tampoco me habia aprendido nunca antes una canción en ingles, ni habia cantado tanto tiempo bajo la ducha, ni sonreía solo con ver su (nuestra) foto, ni tampoco me habia animado a escribir lo que sentía nunca antes... En definitiva, acabe hoy o mañana, nunca existirá otra persona que me haya hecho sentir tanta felicidad como tú. Y, ¿por qué no pensar que el final no encontrará su hueco en esta historia?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario