jueves, 28 de abril de 2011
Orgullo.
No saben el daño que hacen. No tienen ni puta idea. Hablan por hablar, porque hablando elevan su amor propio al maximo exponente, porque su orgullo se basa en la humillación de otros. Y a veces ni siquiera eso les basta. Tienen que ir a más, forzar un poco más en la herida. Y le nombran a él. Y entonces te hunden. Porque que hablen de ti pasa, pero que hablen de él, no. Porque él va muy por encima de todo esto, porque saben donde joderte personas que pensabas que te querían. Porque te duele. Y porque empiezas a odiar todo esto. Decidme. ¿En qué momento dejó de ser fútbol y pasó a convertirse en esto?.
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