Toda una vida; solo si tu quieres.

Para mi la vida, siempre ha sido un viaje en noria permanente. El dia que me subí a ella, imaginé que el viaje no duraría mas que unas cuatro vueltas como acostumbra ser en todas las atracciones de feria. Y que luego, tocaría bajar, encontrar el equilibrio y comenzar a andar por mi propio pie. Lo cierto, es que ya llevo diecinueve años subida a ella, y cada vez gira más despacio. Hubo un momento en que me acostumbre a su subir y bajar constante y dejé de notar esas cosquillas en la tripa cuando me encontraba dispuesta a descender. Adiós adrenalina. Pero hace poco, volví a encontrarme con esa sensación. La sensación de estar muy por encima del cielo. Y aunque la noria no se movía del eje que la mantenía unida al suelo, yo era capaz de rozar las nubes con la punta de mis dedos. Hoy me he levantado en la parte baja de esa noria, no tengo cosquillas, pero si unas ganas enormes de volver a subir arriba. Y volver a tener esa sensación. He encontrado mi modo de vida, y quiero compartirlo contigo. Toda una vida, solo si tu quieres, claro.