Todavía no usaba tacones altos (ni bajos), ni pintauñas cuando me fijé en él;
de una forma diferente a aquella a la que estaba acostumbrada hasta entonces. Por aquellos dias,
aún no sabía que sería él. No, no imaginaba, que sería él a quien vería sentir, jugar, llorar,
sonreír, hacer el payaso, ponerse moreno,
ser padre, correr, estar en forma, depender de un balón, ser campeón,
enamorarse, caminar agarrado de su mano, estar enfermo,
recuperarse, dejar de andar,
volver a caminar, creer,
crear, nadar en el mar, enredarse en la arena de esa playa, estar cansado,
preocupado, vestido,
desnudo, ocultando su verdad,
siendo quien es, despierto,
dormido, feliz,
enamorado. No, aún no sabía que sería él... pero si te dejas llevar no tardas mucho en darte cuenta. Y eso, es lo más bonito de la historia. Supongo que si, supongo que una vida contigo es demasiado, y a la vez...
no es suficiente.
Me desperté soñando
que estaba a tu lado...
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