Desde luego... ¿te parecerá bonito no?. No han pasado ni dos años desde que abandonaste esta ciudad y es increible los cachitos de ti que has dejado esparcidos por
Valencia. Y yo,
echándote de menos cada día, no he hecho más que chocarme con ellos, uno tras otro. Hace once años tuve claro que esta ciudad iba a ser mi hogar, y que en cuanto tuviera
dieciocho años cogería mi maleta, y sin avisar me subiría al primer tren que partiera desde la
Estacion de Atocha. ¿El motivo?,
necesitaba tenerte cerca. He de confesar que no entró en mis planes la idea de que te marchases de aquí... aún así, hasta un tonto tendría la certeza de que regresarás. Sé que no vas a estar fuera de aqui por un tiempo pequeño, igual que tú sabes que por muy pequeño que fuese ese tiempo,
resulta casi imposible sobrevivir sin ti. Supongo, que por eso aprovechaste un golpe de viento para llenar las calles más bonitas de la ciudad
con los pedazos más brillantes de ti mismo. No podías dejarme totalmente sola ¿verdad?. No.
Eres tan grande que no podías (...) Y ahora aqui estoy yo,
un domingo más. Recorriendo las calles de esta ciudad. Sola.
Echándote de menos. Recogiendo esos pedazos de ti e intentando montarlos todos como si fueran piezas de lego
para reconstruirte allí, en nuestra ciudad. Aunque solo para que sirvan de consuelo hasta que vuelvas.
Porque volverás. Y el dia que lo hagas, haremos confeti con ellos.
¿Te parece bien?
Aqui todos sentirán, que echan
de menos un abrazo de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario