martes, 26 de abril de 2011

Mi único deseo es que mi futuro se llame TÚ.

Desde bien pequeña fui algo independiente. No me gustaba preocuparme por nada, ni por nadie. Cuando a media tarde cogía mis muñecas y me ponía a jugar con ellas, siempre me enfadaba en el momento en que mi madre me decía: "Ves recogiendo, hemos quedado con...". No lo entendía. Pensaba que la vida era mucho más bonita si cada uno se dedicara a ser feliz por si mismo sin interponerse en los planes de los demás. Conforme fui creciendo, mi visión del mundo siguió siendo la misma. Los demás, más o menos lo aceptaban. Era así. Así me habian conocido, y así seguiría siendo. Y llegaste tú... Joder, tú. Y tuve miedo, desde el primer instante en que mis ojos miraron en la misma dirección que los tuyos. Desde ese momento, tuve claro que no era un capricho, que esto iba para largo. Y me dio miedo, me dio miedo la idea de tener que vivir dependiendo de algo asi para siempre. Para siempre es mucho tiempo. Para siempre supone, que aquello morirá el mismo dia en que mueras tú. Pero te conocí a ti. Y tú consiguiste creer en un para siempre, y conseguiste hacer que yo también creyera. Asique, por desgracia, te necesito. Porque cuando era pequeña empleaba mucho tiempo pensando en qué sería de mayor, cuánto dinero ganaría, si llegaría a ser importante... Pero a veces sucede, que lo que más deseas nunca se cumple, y lo que menos imaginas, ocurre. Y eso eres tú. Mucho más de lo que podía pedir y que un dia encontré. Y ahora, inevitablemente, me es indiferente lo que llegue a ser mientras sea contigo. Me es indiferente la hora, el dia, los amigos, las personas, mientras estes tú. Y ahora inevitablemente "para siempre" me parece poco tiempo. Es increíble. Conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella. Y de repente apareces tú... y te cambia la vida para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario