jueves, 19 de mayo de 2011

1 any.

Hoy llegué a la conclusión de que el verdadero modo de ganar mucho es no querer nunca ganar demasiado y saber perder continuamente. Perder y entender la derrota como un paso más que te acerca a esa meta final. Porque si algo he aprendido de ti, es que no es más rico quien obtiene mucho dia tras dia, sino el que sin tener nada es capaz de darlo todo por llegar algún dia a ser feliz. Gracias a ti, sé que cuando te dejas la piel en cada intento, un dia, el menos esperado, la vida te prepara algo. Algo de lo que jamás podrás desprenderte. A mi me preparó un diecinueve de mayo la recompensa a tanta lucha. Quizás leído asi, alguien pueda pensar que hablo como si no hubiese sido feliz siempre, como si únicamente luché por obtener una recompensa algun dia. Se equivoca. Mi mayor recompensa desde un principio ha sido verle feliz, sonreir. Esa era mi mayor recompensa, mi mayor felicidad. Al fin y al cabo, la felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace. Y cuando una persona entra a formar parte de tu vida de este modo tan irracional, no hay nada mas inteligente que darlo todo, lo que se tiene, y lo que no. El alma, las ganas, el cuerpo, la vida, las fuerzas. Todo. Y aun despues de vaciarte por dentro seguir sintiendo la necesidad de que aun puedes dar más. Contigo he descubierto que la admiración, el cariño hacia una persona es capaz de llenarlo todo. Y si. Reconozco que en este tiempo han existido días en que me he enfadado con el mundo y he pensado que no tenia nada, que mientras otros recibían a borbotones, yo jamás obtenía nada. Idiota. Ahora se que fui idiota. Lo tuve todo desde el primer día, un destino marcado por un ídolo que tarde o temprano llegaría para darme esa puta razón para mantenerme en pie, para ser feliz. Y aun después de todo eso, siguen existiendo días... días en que tengo ganas de gritar hasta quedarme sin voz y sin garganta, de arañarte la piel, de morderme los labios hasta sangrar, de correr hasta que las piernas no aguanten más y caiga contra el suelo sin respiración, de taladrarme los oídos con cientos de canciones que hoy más que nunca me recuerdan a ti. Pero todo esto terminó. Porque desde ese día, tengo un motivo por el que sonreír, por el que pensar que todo lo que hago hoy, tendrá su recompensa mañana. ¿sabes? Yo siempre fui una maldita pesimista, pero llegaste tú, tus ganas, tu sonrisa un día diecinueve y de repente, como por arte de magia, todo es del color de tus ojos y el sonido de tu risa. Todo. Y no veo nada malo. Porque los sueños se cumplen, y a veces la realidad es tan maravillosa que sientes que todo cuanto has soñado hasta ese dia eran cosas insignificantes en comparación con lo que hoy tienes entre tus manos. Algo tan inmensamente grande que nada puede romperlo. Y si, hoy es diecinueve de mayo, hace un año del que hasta hace nada fue el mejor dia de mi vida, y ni siquiera he llegado a expresar lo que quería... No puedo. No me sale. Simplemente, darte las gracias. Gracias por llenarme tanto dia a dia. Y que nunca olvides, que aunque para ver el arcoíris un dia al mes brillar, tengamos que soportar 29 dias de lluvia, siempre merece la pena. Siempre. Despues de todo, fuiste tu quien me enseñó que no hay luz sin oscuridad, ni valor sin miedo, ni cerca sin lejos, ni hay un yo, sin un tú. Cuando todo lo demás sobra, es porque has encontrado la razón de vivir. Te quiero..

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