domingo, 15 de mayo de 2011

Soñar-te

De repente te despiertas un dia. Un dia de esos tontos, que sin importar si corresponden a un lunes, martes, o miercoles, tiene ese sabor amargo que tienen todas las tardes de domingo. Y te pones una película, de esas ñoñas, de esas historias apasionados, bonitas y sinceras, que viven todos excepto tú. Y te preguntas si alguna vez serás tu la protagonista de una de esas. Y si tal vez él será el acompañante. Y desgraciadamente, antes de efectuar la pregunta, ya conoces la respuesta. ¿Sabes una cosa?. Si alguien hace tiempo, me hubiese dicho que iba a acabar sintiendo esto por ti, le hubiese creido. Porque yo soy asi, no tengo remedio, siempre me pasa igual, siempre me enamoro hasta las trancas, y siempre acabo sufriendo despues. Pero eso no es suficiente para quererte menos ni odiarte más. Esto no es suficiente para pensar-te menos por las noches, ni soñar-te más. Sueño contigo, conmigo. Sueño que de repente un dia, bajo del vagón de un tren cualquiera, y eres tu quien me recoge en esa estación, lo que nos decimos y lo que pensamos decirnos y en ese momento por verguenza, orgullo o emoción, resulta imposible. Sueño con las primeras verguenzas, el primer tono rojizo en mis mejillas, tu primera mediasonrisa, las primeras miradas de deseo, llegar a tu casa, tirar la maletas a un rincón y comernos poco a poco, sin prisa. Despacio, pues tenemos todo el tiempo del mundo, y no resulta coherente fundir el hambre en un solo instante. Reirnos de nuestras tonterias, de nuestras ocurrencias, locuras absurdas e idiotas. Lo que sea, pero contigo. Juntos. Imagino todo eso y de repente, soy feliz. Imaginate si esta sonrisa esta aqui por el simple hecho de imaginarlo, cómo sería poder vivirlo. Pero hay una cosa que no puedo imaginar, porque me pongo triste, porque de repente si venir a cuento, lloro. La despedida. No me imagino, cómo sería. Qué te diria, o que simplemente por no hacer todo más dificil, no diría. Tal vez me guardaría todos esos sentimientos bien dentro, y dejaria que unicamente me atormentaran a mi cuando el tren volviera a traerme a esta ciudad. Pero, ¿sabes?. Ahora que lo pienso, no es tan raro. Es totalmente logico, imaginar, soñar e ilusionarse unicamente con las cosas bonitas, ¿no?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario