martes, 3 de mayo de 2011

Hay días en que todo parece gris, en que las cosas salen al revés. Y de repente sucede algo, cuando menos lo esperamos, que nos hace cambiar de rumbo. Y de repente, aquello que veíamos tan negro, no es tan malo, y aquello que nos parecia oscuro ahora adquiere una tonalidad especial. Y quizás parezca tonto, incluso idiota. Pero desde ese preciso instante ese será uno de los mejores días de tu vida. Esto es algo que también he aprendido gracias a ti. Que todos esos días que hoy considero “especiales” en ningún momento parecieron serlo en un principio, y sin embargo hoy me invitan a vivir de este modo tan nuestro. A veces, una pregunta ronda mi cabeza… ¿Algún dia te decepcioné o fallé? ¿Debería sentirme culpable o ser juzgada? Admito, que vi el final de esto antes de empezar. Claro está que me equivoqué. Pero también sé que desde el primer momento supe que yo había ganado. Tocaste mi corazón, tocaste mi alma, cambiaste mi vida y todas mis metas. Desde ese preciso instante en que te cruzaste en mi camino, mi meta en la vida dejó de ser tener un castillo del que yo fuese princesa, y pasó a ser participe de tu felicidad de hoy, mañana y siempre. Siempre, si… SIEMPRE. A dia de hoy, puedo decir que he abrazado tus abrazos y sostenido tu cabeza, compartido tus sueños y vivido tus ilusiones. Te conozco bien, conozco tu olor. He sido (y soy) adicta a ti desde el primer segundo en que empezamos a compartir una vida juntos. Soy una soñadora. Dicen que no hay nada mas difícil que sobrevivir a base de sueños. Tal vez no estén tan equivocados, pero lo cierto es que hoy por hoy, sigo adorando este modo de vida. Nunca sé lo que me deparará mañana, y me encanta. Si algo está claro es que la rutina jamás vendrá a salpicar nuestra historia, pues en este tiempo aun no han existido dos días iguales. Vivo con la ilusión de que cuando pase el tiempo, un dia cualquiera te sentarás a tomar un café y te acordarás de esa chica que estuvo a tu lado un diecinueve de mayo en Madrid, y que también lo estuvo un veintitrés de abril en Valencia. Y que me recuerdes. Que recuerdes mi presencia. Que recuerdes todo lo que llegaste a ser en la vida de una persona. ¿Sabes?, aunque tu no lo sepas, te he visto llorar, te he visto sonreír, te he mirado mientras dormías… y si pudiera seguiría haciendo esto toda la vida. Contigo. Siempre contigo. Conozco tus miedos, aunque tú los mios no. Tuve mis dudas pero ahora mis ganas son enormes. Y si, tambien te quiero, juro que es cierto. No puedo vivir sin ti...

No hay comentarios:

Publicar un comentario