sábado, 18 de junio de 2011

I believe in fairytales.

¿Sabes?, por muy diferentes que seamos, todas las mujeres desde que somos bien pequeñas, imaginamos el día de nuestra boda como un cuento en el que el principe azul nos espera en un altar, y nosotras con corona incluída avanzamos del brazo del padrino. Nos imaginamos un montón de flores, pétalos cayendo sobre nuestra cabeza, un anillo de diamantes, un beso de película, y una tarta enorme de nata con fresas que cortar. Ella no iba a ser diferente. Soñó con ese dia muchas noches durante estos años juntos, incluso cuando las pequeñas no podían dormir, y mientras tú andabas lejos en algun partido de esos importantes, ella se quedaba en vela tratando de contarlas un cuento. Imagino que muchas veces mientras se sumergía en la lectura de ese libro, se imaginó siendo protagonista de él. Cuando hace poco la preguntaron cómo se imaginaba el dia de su boda, fue sincera: "Como un cuento". Y en ese preciso momento, el príncipe azul entró en escena. Se encargó de que todo saliera a pedir de boca, de que ella jamás olvidara ese día, y que durante los proximos cien años juntos cada vez que recordara ese día sintiese un escalofrío por todo su cuerpo. Ahora sí, que venga el mismo idiota que un dia me dijo que los sueños no se cumplen a decirme que tampoco los cuentos de hadas existen.

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