sábado, 27 de agosto de 2011

Nunca olvidé, aquella sonrisa.

Algo me oprime aquí dentro, me oprime tan fuerte que incluso parece imposible respirar. No puedes hacerte una pequeñísima idea siquiera de lo que siento en mi interior. Es un continuo ir y venir de ideas, estados de animo que fluyen al ritmo del tic-tac del reloj. Es una pequeña dosis de rabia, con un toque inmenso de importencia y decepcion a partes iguales. Sé, que por mucho que me intente explicar nadie puede entenderlo realmente. Que si, que estoy tranquila por pensar que ahora está más cerca que nunca la oportunidad de verte de vuelta a casa, feliz... Porque como dice esa canción: "Ya no queda nada de aquella sonrisa, se fueron las estrellas de tus pupilas". Y no, la echo de menos... La necesito, joder. No imaginas lo que daría por volver al comienzo de todo, a aquellos días de julio, aquella temporada en que nadie de este equipo se planteaba otro central mejor que tú ocupando esa posición. Tampoco nadie se hace a la idea de las noches que he pasado tumbada sobre las sábanas, mirando al techo, planteándome dónde estarán esas 15.000 voces que se unieron con la mia para gritar tu nombre un 2 de Julio del 2009. ¿Dónde?. Si tal vez exista, una sola de todas ellas, que eche de menos verte ahí atrás, ocupando un puesto de los once de cada partido. O si ya se han acostumbrado a que no estés. Yo lo he intentado de todas las maneras posibles, te lo prometo... Pero hace tiempo que di por imposible acostumbrarme a algo que va en contra de mis ideas... Inevitablemente cada dia es un poco más dificil si... Y cada segundo que pasa, me siento menos identificada con el sentimiento de un escudo, y más con la persona que llevas en tu interior. Si, por mi se pueden ir todos a la mierda, ¿sabes?. El entrenador, el presidente, el que te quitó el puesto, el nuevo fichaje, el director deportivo, la afición, el equipo rival, hasta el escudo. TODOS. Tal vez, de todo eso unicamente me quedaría con el estadio... Y unicamente por los momentos vividos en su interior, por el orgullo que desprendía por mis poros al atravesar sus puertas con tu camiseta y notar dos ojos girándose para mirar el número que llevaba en mi espalda... Te voy a echar de menos, ¿sabes?. No me habia dado cuenta de cuánto hasta ahora que veo que te me vas... A un destino mejor, lo sé... Pero el caso es que te vas. Y existen momentos, sensaciones que no van a volver a repetirse. Siento como si me fueran a arrancar el cielo de un momento a otro. Lo único que me sirve, es que me quitan el cielo a cambio de tu sonrisa. Y me conformo. Simplemente pido al cielo que recuperes esa sonrisa, que vuelvas a ser tú, que olvides el tiempo vivido aqui, por mucho que me duela, si eso te va a hacer sentir mejor. Pero que sonrías joder... Mientras tanto yo, seguiré aqui... Esperándote. Como siempre hice...

No hay comentarios:

Publicar un comentario