miércoles, 30 de marzo de 2011
MIEDO.
Miedo. La mayoria de las personas utilizan esa palabra a diario. La usan a su antojo, cuando les viene en gana, llaman miedo a la sensacion de una pelicula de terror, a lo que te provocan los tuburones, o a aquello que esta por venir. Cada vez que escucho esa palabra en boca de alguien me indigno seriamente. Odio esa palabra, y odio más aun el significado que le dan las personas. Quizás lo odie tanto, porque lo he sentido. Lo sentí un 2 de agosto de hace algunos años, y puedo decir que es la peor sensación que he sentido jamás. Pienso que las personas que lo usan no tienen ni puta idea de su significado, y simplemente se dejan llevar por la definicion de un diccionario, que seguramente la persona que lo escribió ni siquiera supo lo que era. Cuando sentí miedo, sentí que me moría, y al mismo tiempo no veia mejor salida que esa. Morir casi era bonito. Porque cuando el miedo se apodera de tu vida, ya nada tiene sentido, y ves todo en negro, el blanco no aparece por ningun sitio. Tus ojos no miran, y tu corazón no bombea sangre. Sentir miedo es una enfermedad. No hay enfermedad peor que esa. Yo logré superarlo, aun no sé como, pero lo logré. Y cuando consigues salir, estas dispuesta a todo por no volver a caer, por evitar esa sensacion. Pero es inutil, la vida nos tiene preparados nuestra propio destino (...) Ya casi me habia olvidado de ese sentimiento tan horrible, y anoche volví a sentirlo. Volví a sentirme muerta. Y esta vez me tocó mucho más cerca, tan cerca que sentí que era yo a quien le sucedia eso tan horrible, a quien llenaban de tubos. Volví a tener miedo, y mi cabeza volvió a volar a otro lado distinto de mi cuerpo. Volví a odiar, a enrabietarme, a llorar, a llorar hasta ahogarme... A tener hipo. Parece que hoy todo ha pasado, solamente espero que sea asi. No estoy preparada.
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