sábado, 26 de noviembre de 2011

love.

Te escribo ahora, sin saber muy bien por qué... Quizás necesite hacerlo, quizás antes de pasar a otra página deba cerrar el capítulo de mi vida contigo con esta carta. Puede que te haya fallado, pero te aseguro que han sido muchas más las veces que me he fallado a mi misma. Tal vez pueda parecerte tonta, ¿verdad?. Tal vez lo fuí. Tal vez lo soy. En este tiempo, si hay una cosa de la que me he dado cuenta es de lo fácil que resulta a veces opinar sin tener ni puta idea de nada. En el amor todo va más allá de un par de esas razones lógicas que te dicta tu cabeza. Hay que estar en el epicentro de los sentimientos para opinar. O eso creo yo. Lo cierto es que no puedo negarlo, que te echo de menos... Echo de menos todo lo que me regalabas, los paseos interminables por Madrid, los días eternos en El Retiro. Que cada vez que salgo de casa en cada rincón el aire me huele a ti. Y que puede que no esté bien, pero es que realmente me da igual... Hace tiempo que perdí mi orgullo cuando se trata de ti, y prefiero vivir cada momento de desencanto a tu lado que cientos de sonrisas sin poder decirte que te quiero. Es todo tan difícil...

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