martes, 27 de diciembre de 2011

DOCE.

12 años, y parece que únicamente han pasado unos cuantos meses. La realidad sin embargo es otra. Han pasado doce años, casí una vida a tu lado. Ya son más los años que he vivido contigo que sin ti. ¿Increíble eh?, hemos podido con todo, nos hemos armado de valor y no ha habido nada que se nos resista a pesar de que el camino estuvo lleno de grandes obstáculos, algunos imposibles de superar. Y aquí estamos. Si echo un vistazo rápido al pasado y regreso al presente, me doy cuenta de que apenas ha cambiado nada. Ese día eras tú, tu sonrisa la eterna razón que me incitó a coger este sueño con las dos manos, hoy doce años después vuelve a ser tu sonrisa en un mensaje navideño quien me mantiene anclada a este sueño que lleva por bandera tu nombre. Tampoco has cambiado tú, la unica diferencia es que ahora tienes dos hijas a tus espaldas y estás casado. Poco más. Tu sonrisa sigue intacta, tu fuerza a la hora de golpear el balón continúa siendo la misma, hasta los grados de rotación de tu cadera al realizar un despeje continúan siendo idénticos. Por no decir tu personalidad, esa humildad que siempre llevaste por bandera a donde quiera que fueras, hoy sigue aqui. El brillo en los ojos de un niño que perseguía un sueño en forma de balón de fútbol, tu forma de hablar, tus andares, el remolino que se formaba en tu pelo y que dejaba caer un pequeño mechón por tu frente, tus manos. Tus ganas de comerte el mundo, de no perder nunca la ilusión, de sonreír por muy mal que pinten las cosas, de no permitir que nadie te diga que no vales, o permitirlo pero saber omitirlo de tu mente a tiempo de manera que no entorpezca tu camino hacia el cielo. Hace tiempo que te vi rozarlo con la yema de tus dedos, y sé que dentro de no mucho tiempo te veré acomodarte a la ultima estrella del firmamento. Porque hay personas que tienen esa magia, tú eres una de ellas. No puedo decirte mucho más que gracias, gracias porque de no ser porque cada día de estos años me has dado un nuevo motivo para continuar conservando las ganas, hace tiempo hubiese abandonado, pero contigo la palabra abandonar, desistir, renunciar no existe. Gracias por continuar haciéndome feliz después de tanto tiempo. Seguir sorprendiendo a una persona después de doce años, no es tarea fácil, y tu continúas haciéndolo. Te quiero, ayer, hoy, y siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario