Ellos qué sabrán. Si, ellos. Los que se empeñan en decidir la libertad de un pueblo, los derechos, las obligaciones. ¿Acaso ellos viven cada mes la preocupación de tener lo suficiente como para pagar su hipoteca?. Mejor, ¿acaso ellos saben lo que es sustentar a una familia a base de una vida hipotecada?. ¿Acaso ellos temen quedarse en la calle?. ¿Acaso ellos lloran con la denegación de una beca universitaria, o se encuentran preocupados por que sus hijos no puedan finalizar sus estudios en una universidad pública por el alto coste de dicha matrícula?. ¿Acaso es posible tomar decisiones humildes con la cartera llena?. ¿Acaso ellos han estado alguna vez en el paro como para valorar el sentimiento o la preocupación de los mismos al no ver salida?. Que se pongan por una maldita vez en la piel de los demás, y dejen de preocuparse por echarle las culpas al de en frente. Y a nosotros, que no nos corten las alas. Aún hay un resquicio para la esperanza...
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