miércoles, 4 de julio de 2012

Te voy a echar de menos.


‘Recuerdo que al llegar ni me miraste, fui solo una más de cientos’. Quizás esta sea solo una manera cualquiera de empezar nuestra carta, pero si te paras a pensar en esas letras se encuentra el principio de todo. La primera vez que pusiste un pie en esta ciudad, no me miraste, ¿cómo ibas a hacerlo?. Demasiada gente alrededor susurrándote mil palabras, cientos de promesas y millones de sueños por cumplir. Dicen que cuando todo se desmorona, cuando los adornos desaparecen solo queda aquello que siempre fue verdad. Quizá yo no haya estado presente en tu vida desde un primer momento pero tú si lo has estado en la mia. Lo que quiero decirte es que no me voy a rendir, que aunque ahora mismo las lágrimas se repriman en mi garganta, no lo voy a hacer… ¿Sabes?, me gusta pensar que algún día hace mucho tiempo nuestras miradas se cruzaron y que aunque tú no lo recuerdes la vida se encarga de recordártelo día tras día. Y eso es precisamente lo que me hace mantenerme en pie. Ha llegado el día en que mis ganas de ti se diferencian de las ganas de luchar por todo lo de alrededor, que mientras unas van en aumento a unos límites que dan miedo otras descienden del mismo modo en que lo hace la marea de esa playa del sur a medianoche donde tantas madrugadas te imaginé con un balón en los pies. Pensé que jamás llegaría, pero también ha llegado el dia en que me falta el aire necesario para seguir respirando todo ese aroma de recuerdos de tiempos pasados. No te pido unos pulmones nuevos pues me sobra con que sigas dándome el aire necesario para sonreír. Solo pido que no te rindas, que no me sueltes a pesar de todo y que sigas siendo el primer pensamiento nada más abrir los ojos cada mañana. Solo te pido que recorras esa playa de la mano de ellas, con o sin balón, pero sonriendo. Mientras tanto yo me tomaré esas vacaciones tan merecidas, apagaré el pensamiento y recuperaré las ganas (las de todo lo de alrededor, ya sabes). No quiero despedirme sin antes recordarte que lo que tu me has dado como persona, lo que me has enseñado cada día, lo que me has hecho madurar, ni lo ha hecho ni lo hará nadie. Estoy segura de que existen ídolos capaces de superarte en records futbolísticos, pero también lo estoy que en humanidad hace tiempo que los ganaste todos. ‘Me moriré de ganas de decirte, que te voy a echar de menos’.

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