martes, 25 de diciembre de 2012

¿Balance?

Estamos a día veinticinco de diciembre, sí: Día de Navidad. Toca hacer el balance de este año tan... distinto.  

La verdad es que sería egoísta por mi parte decir que ha sido un mal año, pues considero que mal año es el que han sufrido las víctimas de todos esos desahucios que han sufrido los daños colaterales de una crisis que una vez más golpea al más pobre y hace más fuerte al rico. También considero que ha sido un mal año para esa madre que debía enterarse que ese con quien un día compartió una vida había sido capaz de quemar a sus dos hijos. E igualmente lo ha sido para esos padres, familia y amigos de esas niñas que perdían la vida en Madrid cuando solo buscaban divertirse por culpa de una serie de incompetentes incapaces de ejercer sus responsabilidades.

Por suerte, no he sido ninguna de esas víctimas, por tanto no es justo calificar el 2012 de un mal año. Digamos que el 2012 ha estado formado por 11 meses + 1. Los 11 meses han sido los propios de un año normal con alguna dificultad que otra. Un año en que lograba superar mi primer año de carrera con éxito, en que revivía uno de esos conciertos que te erizan la piel y te colocan un nudo en la garganta difícil de extraer. Un año en que personas que habían entrado a finales del año pasado en mi vida luchaban por ser más día a día haciendo posible que así fuera. Un año con pequeños fallos de amistades que más tarde sabían pedir perdón y luchaban por demostrar más día a día. Un año en que aprendí a olvidar prejuicios y reconocer los fallos que hicieron que personas que fueron importantes desaparecieran sin más para más tarde recuperarlas.  Un año en que una semana a primeros de Agosto lograba poner una sonrisa a un día marcado en el calendario en negro desde algunos años atrás. Una semana inolvidable. Un año en que ella, la persona más luchadora de mi vida lograba vencer a la muerte por segunda vez con ochenta años a la espalda. Un año en que me he sentido más orgullosa (aún) si cabe de llamar familia a esas personas a las que puedo llamar familia. 

Por otro lado está el +1. El mes del 21 de Noviembre al 21 de Diciembre. ¿Qué se puede decir cuando la decisión de una persona te cambia la vida sin que tú lo desees?. Supongo que nada. Es una mezcla de rabia, impotencia. Días en que te levantas con la sensación de "que le den al mundo, hoy voy a sonreír", y días en que es el mundo quien se empeña en darte a ti. Impotencia de ver a la persona más importante de tu vida, a la misma que te la dió, hundida, enferma como nunca en la vida habías visto a nadie. Rabia de ver que mientras unos lloran otros disfrutan como ausentes a lo que esa decisión tan importante ha ocasionado en tres vidas sin culpa de nada. Decisiones, decisiones... Decisiones que ocasionan que ayer, día de Nochebuena, el paté estuviese peor que nunca, el marisco te diera arcadas, no fueses capaz de probar ni una sola gota de esa mayonesa que solamente ella es capaz de hacer con ese sabor. Decisiones que ocasionan que una partida de Bingo sea interminable a pesar del dinero ganado... Decisiones que hacen que veas el 2013 como un periodo de adaptación similar al de los niños de 3 años que pisan por primera vez un colegio.

En definitiva un año que comenzó bien para acabar peor que mal. Un año para aprender, para crecer más como persona y para apretar los dientes frente al año que está por venir...

No hay comentarios:

Publicar un comentario