viernes, 25 de enero de 2013

A la mejor persona de mi mundo:

Hola. Si, soy yo... Lo sé, sé lo mucho que he tardado en reunir el valor suficiente para escribirte. 6 años quizás puedan parecer eternos e infinitos, pero para mi lo único infinito han sido todos y cada uno de los 365 días de cada uno de esos años. Sin ti. No sé por dónde empezar, no sé cómo se supone que una persona debe vaciarse de una vez por todas de modo que logres entender allá donde estés lo que te echo de menos, lo mucho que necesito, ahora, en este preciso momento, uno de esos caramelos milagrosos que siempre llevabas en tu bolsillo. Nunca he reunido el valor suficiente para hablar a nadie de ti, quizás porque no estabas tú para hacerme valiente. Ese eras tú, la persona que salía de su escondite si alguien amenazaba con encontrarme, el que cuando íbamos con nuestras bicicletas se empeñaba en bajar primero las escaleras para comprobar si eran seguras para mi, el que me obligaba a ponerme de portera para sentirse un auténtico delantero mundial, el del color verde (al que tanto odio desde que te fuiste), el chico más optimista del universo, el de las bromas en el momento exacto, el que mientras le quedó un sorbo de vida a mi lado le quedó un nuevo consejo, una nueva lección de vida por aportar. El que decidió marcharse para seguir en esa época tan mágica como es la infancia de manera permanente, sin riesgos ni temores. El del cara pero sin cruz de las monedas, el que siempre le encontraba el tercer pie al gato y terminaba por aportarte las evidencias suficientes para que al final hasta tú misma te auto-llevaras la contraria y terminaras por darle ciegamente la razón. El de la sonrisa eterna y la manía de pegarle patadas a todo lo que se pusiera por delante cuando algo iba mal. El de los patines en línea que se empeñó en bajar esa cuesta detrás mía para al final caerse y arrastrarme rodando con él. El que aseguraba que su edad favorita eran los dieciséis y me quedé a un solo paso de celebrarlos junto a él. El de "si no vas a luchar por tus sueños, no sueñes". El mismo que cuando creció tenía una fila de chicas detrás que se empeñaban en mirarme mal cuando salíamos juntos. El chico más guapo del mundo. El que me ayudó a crecer y me dejó con las instrucciones suficientes para poder sobrevivir a este mundo de locos antes de alejarse sin despedirse, simplemente porque, como él aseguraba, detrás de una despedida hay una esperanza por volver. Y no, él no quería volver [...] Si te soy sincera, me costó encontrar un PORQUÉ a esa decisión tuya de dejarme atrás, de empezar de nuevo en un lugar bien distinto, lejos... muy lejos de mi. Pero supongo que las grandes cosas de la vida son aquellas con un principio y un final, y que las cosas buenas si son breves, dos veces buenas... Pues bien, quiero decirte que eres "mi gran cosa de la vida" y que no eres "dos veces bueno", eres doscientas. Que te quiero, que te extraño mucho y que ojalá decidieras volver...

MS; infinitamente eterno.

2 comentarios:

  1. Bonito blog :) pasate por el mio! http://onlyonelife-followyourdreams.blogspot.com.es/ espero que te guste

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